BIENVENIDA

Este blog pertenece a la cátedra "Problemáticas Espaciales Americanas". Del 4º año Geografía del ISFD nº54 de Florencio Varela, Buenos Aires.Aquí se darán a conocer muy diversas situaciones conflictivas que ocurren en este continente tan lleno de contrastes. Estos conflictos involucran tanto el aspecto ambiental, como social, cultural y económico

martes, 31 de agosto de 2010

LOS GRANDES RIOS DE AMERICA LATINA

Los Peces y las Pesquerías

De los cuatro mayores sistemas de ríos con llanura de inundación de América Latina, considerados según su caudal en la desembocadura, tres tienen un régimen climático tropical: Amazonas, Orinoco y Magdalena. El sistema del Plata, que tiene como componente principal al río Paraná, tiene sus tramos superiores bajo un régimen climático tropical y su desembocadura bajo un régimen climático templado.
Los respectivos regímenes de inundación llevan a que en todos ellos se puedan diferenciar cuatro fases hidrológicas (Bayley y Petrere, 1986; Novoa, 1986; Quirós y Cuch, 1986; Valderrama y Zárate, 1986): una fase de aguas bajas, cuando el río está contenido en su canal principal, canales secundarios y cuerpos de agua permanentes de la llanura de inundación; otra fase de aguas en ascenso, desde el momento en el que el nivel del agua excede el nivel de inundación (“bankfull”), y otras dos fases, de aguas altas y de aguas en descenso respectivamente (Welcomme, 1985). Sin embargo, la severidad (intensidad y duración) de las fases de inundación son variables entre ellos. El flujo de energía que sustenta la producción biológica del sistema acuático en general y de las comunidades de peces en particular, tiene su principal origen en la producción primaria de las plantas superiores. Al igual que en los grandes ríos tropicales de Africa (Welcomme, 1986), la producción primaria del fitoplancton en el sistema como un todo, es baja en comparación con la de las plantas superiores en la llanura de inundación (Bayley y Petrere, 1986; Quirós y Cuch, 1986).
Para los ríos tropicales africanos con llanura de inundación los factores edáficos parecerían ser sólo factores muy secundarios en determinar la producción básica del sistema y en particular su rendimiento pesquero (Welcomme, 1986). Esto parecería ser también vá ido a escala global para ríos tropicales, con excepción de los sistemas de “aguas negras” con niveles de sólidos disueltos muy bajos (Welcomme, 1985). Para los ríos con llanura de inundación, al igual que para otros sistemas acuáticos, la entrada de nutrientes al sistema ocurriría a partir de la roca madre y los suelos de la cuenca de drenaje. Sus características y el régimen climático determinarían los niveles de nutrientes en el sistema acuático (Ryder, 1982). En aquellas regiones donde la roca está empobrecida y los suelos excesivamente lavados, la principal entrada de nutrientes provendría de las lluvias (Welcomme, 1986). Otras entradas de nutrientes y de carbono reducido provendrían, al igual que en otros ríos con llanura de inundación, de las actividades agrícolas y de cría de ganado en la llanura durante la estación de seca (Welcomme, 1986). En sistemas con extensas cuencas de drenaje, los principales ríos componentes comúnmente presentan apreciables diferencias en sus niveles de nutrientes disueltos y ligados al sedimento en suspensión, que dependen a su vez de sus respectivas subcuencas de drenaje. Los niveles de nutrientes totales aumentarán o disminuirán hacia los tramos medios e inferiores del río según sea el régimen climático de las zonas que atraviese, las características edáficas y climáticas de las subcuencas de los tributarios principales. Por ejemplo, para el Amazonas los mayores niveles de sólidos disueltos ocurren en la cercanía de la Cordillera de los Andes y disminuyen hacia aguas abajo debido a los efectos de los ríos tributarios con menores niveles de sólidos disueltos (Bayley y Petrere, 1986).

Pesca en América Latina:

Enfoque ecosistémico para la rentabilidad económica
04-08-05 Por Cristián Gutiérrez *


Según datos de la FAO, la actividad pesquera en América Latina se está desarrollando en base a una preocupante sobreexplotación de los recursos marinos. Esto se ha producido porque las decisiones de pesca se han tomado históricamente en base a criterios economicistas de corto plazo.
En América Latina la actividad pesquera se ha transformado en una importante actividad económica, generadora de empleo e ingresos para una gran cantidad de familias, alcanzando a ser una importante fuente para mantener la seguridad alimentaria a nivel mundial, haciendo además, un aporte nada despreciable a las economías latinoamericanas.
Geográficamente una de las principales zonas pesqueras lo constituye la región del Pacífico Oriental, Perú y Chile, con capturas que oscilan entre 9,5 y 21,5 millones de toneladas anuales. Las principales especies objetivo lo constituyen las pelágicas, al concentrar más del 60% de las capturas de la región. Las especies pelágicas son altamente atractivas en términos monetarios, ya que por sus características físicas son usadas fundamentalmente por la industria reductora de harina y aceite de pescado.
Sin embargo, según datos de la FAO, la actividad pesquera en América Latina se está desarrollando en base a una preocupante sobreexplotación de los recursos marinos. Mientras entre 1980 y 1990 la tasa de crecimiento promedio de las capturas en América Latina era de un 7,29% para las especies pelágicas y de un 3% para las especies demersales, entre 1990 y el 2001, las tasas de crecimiento promedio de las capturas era sólo de un 0,96% para ambas especies. Esto se ha producido porque las decisiones de pesca se han tomado históricamente en base a criterios economicistas de corto plazo, amparados en concepciones económicas ortodoxas que no consideran el aporte del capital natural a los procesos productivos.
Sin embargo, la lógica en el análisis de producción en el sector pesquero es diametralmente distinta a la lógica de análisis que se realiza en otros sectores productivos. Desde un enfoque ecosistémico, en la pesca los aumentos en la producción no siempre implican buenos resultados, incluso en ciertos casos, la disminución en la producción pesquera puede indicar un reordenamiento deseable de la producción guiada por la búsqueda de rentabilidad económica, a la sustentabilidad de los ecosistemas y recursos marinos, vitales para el desempeño económico de la actividad pesquera en la largo plazo.
Lo lamentable de la situación pesquera latinoamericana es que la gran mayoría de los esfuerzos para lograr una administración eficiente de la pesca que permita un manejo sustentable de los recursos pesqueros, se han enfocado a introducir el sistema de cuotas individuales, dentro de un régimen de manejo de los recursos pesqueros que conceda derechos de propiedad. Este sistema parte del supuesto de que quienes tengan derecho a utilizar la pesquería, tendrían al mismo tiempo interés en que su manejo sea adecuado, ya que el valor económico de su derecho dependería directamente del comportamiento de las pesquerías. Sin embargo, en la práctica este sistema de administración sólo se ha convertido en un sistema de asignación económica que ha beneficiado a los grandes oligopolios industriales en desmedro de los sectores artesanales e indígenas costeros, y que no es bajo ningún punto de vista un sistema de conservación, tal como ocurre en Chile con el fracasado sistema de Límites Máximos de Captura por Armador.
La modernización del marco jurídico e institucional y un sistema eficiente de monitoreo, control y vigilancia de las actividades pesqueras, enmarcado en un modelo ecosistémico para el manejo de las pesquerías, que de partida no solo involucre a la especie objetivo sino a diferentes variables del ecosistema, es fundamental para crear un marco que estimule la preservación de los recursos pesqueros y los ecosistemas asociados, asegure el uso diversificado de los recursos, genere un mayor valor agregado y desarrolle la pesca de la zona costera. En otras palabras se necesita un enfoque ecosistémico para lograr rentabilidad económica en el sector pesquero latinoamericano

FUENTE
www.ecoportal.net

miércoles, 25 de agosto de 2010

GANADERIA

Los caminos de la deforestación en Brasil: cómo la soja y la ganadería están destruyendo la Amazonía con la ayuda de la CFI

En Brasil, en los últimos 60 años la agricultura de la soja se ha expandido de cero a más de 21 millones de hectáreas de tierra cultivada. El cultivo de la soja se inició en los estados sureños más áridos de Brasil, pero ahora se ha extendido a las zonas del centro y el oeste, invadiendo principalmente el cerrado (el bosque de sabana latinoamericano) y en menor medida el bosque tropical de la Amazonía. Uno de los motores de la expansión de la agricultura de la soja ha sido la gigantesca expansión de la ganadería en Brasil, principalmente en los estados de Mato Grosso, Pará y Rondônia. La cantidad de cabezas de ganado aumentó de 26 millones en 1990 a 164 millones en 2004. La Corporación Financiera Internacional (CFI) tiene participación directa, desde hace poco tiempo, tanto en la expansión de la soja como en la explotación ganadera en Brasil.
Tradicionalmente la cría de ganado ha sido identificada como la causa principal de la deforestación en la Amazonía, pero ahora el cultivo de soja ocupa un cercano segundo lugar; a la fecha, ambos factores juntos han provocado el desmonte de 80 millones de hectáreas de tierra en Brasil (que equivale aproximadamente al 10% de la superficie total del país).

En el año 2003, CIFOR (Centro Internacional de Investigación Forestal) dio a conocer un informe que pone de relieve cómo la causa principal de la deforestación de Brasil fue la rápida expansión de las pasturas para ganado: otra vez la conocida Conexión Hamburguesa. El estudio reveló que entre 1997 y 2003, las exportaciones de carne brasileña se quintuplicaron y que en 2003, por primera vez, el crecimiento de la producción de ganado brasileño -80% del cual está en la Amazonía- estaba dirigido a la exportación.
Simultáneamente, desde el brote de aftosa de 2001, la soja se ha convertido cada vez más en el ingrediente básico de la alimentación del ganado en Europa y los Estados Unidos, y un volumen importante de la producción de soja de Brasil es exportada a Europa -en 2003, las exportaciones de soja representaron el 6% del PBI de Brasil. El gobierno brasileño estima ahora que su producción total de soja alcanzará los 63,6 millones de toneladas en 2005. Así, la superficie de cultivo de soja en Brasil aumentó aproximadamente un 50% en los últimos cuatro años (de 14 millones de hectáreas en 1990 a 21 millones de hectáreas en 2004). El cultivo de soja en la Amazonía ha estado en la raíz de la creciente deforestación directa del cerrado de Brasil, donde se concentra la producción de soja, y de la creciente deforestación indirecta de la Amazonía a través del desplazamiento de actividades vinculadas a la tierra de las zonas invadidas por la soja. Como explica Philip Fearnside, co-autor de un informe publicado en Science (21 de mayo de 2004) y miembro del Instituto Nacional de Investigación de la Amazonía en Manaus, Brasil.


FUENTE
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=14264

LA GANADERIA UNICA

El actual sistema alimentario tiende a mundializarse, corporativizarse y concentrarse. Avanza a gran velocidad y en todo el mundo un sistema alimentario integrado, que actúa coordinadamente y que se basa en tres nódulos: un determinado tipo de producción de alimentos, un determinado tipo de comercialización y distribución de los mismos basado en las grandes cadenas de distribución y un determinado modelo de consumo alimentario.

“El Anillo único. Un Anillo para gobernarlos a todos, Un Anillo para encontrarlos, Un Anillo para atraerlos a todos y atarlos a la oscuridad” JRR Tolkien en El señor de los anillos


El actual sistema alimentario tiende a mundializarse, corporativizarse y concentrarse.

Avanza a gran velocidad y en todo el mundo un sistema alimentario integrado, que actúa coordinadamente y que se basa en tres nódulos: un determinado tipo de producción de alimentos (productores “globales” que utilizan modelos derivados de la Revolución Verde), un determinado tipo de comercialización y distribución de los mismos basado en las grandes cadenas de distribución y un determinado modelo de consumo alimentario.

La mundialización hace referencia a una especie de “homogenización de la diversidad”, es decir, cada vez encontramos los mismos productos alimentarios en todo el mundo. No se trata tanto de una reducción (que también) como de una replicación de la misma canasta alimenticia.
Encontramos alimentos de origen muy distinto dispersos por todos los puntos de venta globalizados del planeta, pero casi siempre los mismos o muy parecidos.

La corporativización hace referencia a la tendencia actual de la cadena alimentaria de convertirse en una red interconectada entre productores, transformadores y distribuidores que podemos llamar la “alimentación global”. Para cada alimento y región la situación es distinta pero comparten dos características importantes: por un lado, esos tres actores tienden a integrarse verticalmente en una especie de cooperativa capitalista y a colaborar entre ellos para conseguir ciertos productos de ciertas características. Por ejemplo, una gran empresa productora de carne de pollo, junto con una empresa que filetea y preparara la carne en bandejas o fábrica un plato precocinado y una gran superficie que las vende al consumidor. Ese “Grupo de amigos” trabaja conjuntamente y de manera integrada, pero al mismo tiempo, selectiva, marginando a quien no tiene la capacidad para actuar así. De hecho, parte del éxito de la cooperación capitalista se basa justamente en excluir al resto: a los distribuidores les interesa tener un pequeño pool de suministradores que le ofrecen lo que quiere y bajo sus condiciones, a los que además puede controlar a través de la trazabilidad; a los suministradores no les interesa que su competencia entre en el Club de Amigos

FUENTE
http://www.ecoportal.net/content/view/full/58386

EN AGRICULTURA,NO TODO ES SOJA

Proyecto Tomé: Invertir en los Pobres para permitirles Generar Riqueza.
Alejandro Montero -Andrés Yurjevic Ph.D.
CET-CLADES, Chile


La comuna de Tomé está ubicada en la costa centro sur de Chile. En esta micro región, conviven campesinos minifundistas con pescadores artesanales y pobladores urbanos.
Su historia está ligada a la industria textil compuesta por tres fábricas que generaban más de 4.000 puestos de trabajo estables y relativamente bien remunerados, ya que quienes trabajan en ellas eran obreros calificados. Era esta masa de consumidores la que daba vida económica a Tomé dinamizando el comercio y otras manufacturas artesanales.

En 1982 las tres fábricas textiles deben cerrar sus puertas por estar incapacitadas para competir con la producción de otras latitudes. El ajuste estructural no dio tiempo para que estas actividades productivas pudieran hacer una renovación tecnológica; aumentando su productividad y disminuyendo costos. Las políticas de cambio fijo impidieron toda posibilidad de llegar al mercado externo y aranceles del 10% anularon los esfuerzos de racionalización para tener un precio competitivo en el mercado interno.

En pocos meses, más de 7.500 personas quedaron cesantes, es decir, cerca de la mitad de la fuerza de trabajo urbana, lo que significó una caída vertiginosa en la calidad de vida que se había alcanzado. El índice de alcoholismo llegó a ser uno de los más altos del país y el déficit habitacional obligó a las familias a albergar sus parientes. La suma de estos factores hace que el 45% y el 19% de sus 49.260 habitantes urbanos comiencen a vivir en la pobreza y en la indigencia, respectivamente. Para el conjunto de la población la supervivencia se transformó en una tarea urgente e inevitable, ya que, con un ingreso per cápita anual promedio de aproximadamente US$252, la alimentación no estaba asegurada.

Por su parte, el sub-sector pesquero absorbe 2.022 pescadores, de los cuales el 60% se dedica a la recolección de algas, trabajo que es realizado principalmente por mujeres y, se reactiva una de las fábricas textiles dando ocupación a alrededor de 1.160 trabajadores con un salario mensual de aprox. US 100.

La experiencia de desarrollo que se presenta corresponde a familias pobladoras que habitan en Tomé, los cuales serán protagonistas importantes en la ejecución del proyecto. Estas familias han sido capaces de manejar un ecosistema altamente frágil y degradable de manera productiva, como tal vez no lo hecho ningún otro grupo en nuestro país. Los mismos que ayer fueron obreros textiles o trabajadores que se ganaban la vida en otras actividades económicas, hoy día organizan a sus comunidades para que pueden producir alimentos para la familia y vender en el mercado local los pequeños excedentes que se generan.


FUENTE:

http://www.clades.cl/revistas/7/rev7agr2.htm

La Exportación Orgánica:

Una Alternativa para Pequeños Productores
Cristián Valdivieso R. - CET-Chile
volver Nº 10

El presente artículo narra la experiencia, de cinco familias que tomaron la decisión desde hace algún tiempo, de producir con técnicas agroecológicas incorporando cada año una parte de sus predios para al producción orgánica. En temporadas anteriores vendieron diversas hortalizas en un supermercado y en otros locales comerciales con denominación de productos orgánicos sin obtener precios diferentes a los convencionales.

En esta oportunidad negociaron con una empresa exportadora de hortalizas deshidratadas, un contrato para reproducir pimentones, (Capsicum annuuum grossum) organizándose para establecer las condiciones.

La experiencia se llevó a cabo en la comunidad de Santa Filomena de Colina, a 30 kilómetros al norte de Santiago de Chile. Se inició en agosto de 1994 y terminó en mayor del año siguiente. En este caso es interesante analizar los resultados físicos, económicos y especialmente, los aprendizajes que surgieron de los logros y las dificultades.

A. EL CONTRATO

Para los productores se trataban de su primera experiencia de compromiso formal, mediante un contrato legal que contemplaba multas y garantías para ambas partes. De igual modo, para muchos era la primera vez que entregaban su producción directamente a una industria, sin intermediarios. También era la primera vez que recibían créditos de una empresa privada.

Las características del contrato se pueden resumir en las siguientes:
1. La superficie total comprometida por las cinco familias fue de 1,85 ha, con superficies que variaban de 0,7 a 0,2 ha.

2. El precio fue pactado en dólares. A la empresa le interesaba principalmente el pimentón rojo, que corresponde al fruto completamente maduro. También le interesaba el verde, pero el mixto lo recibía sin un diferencias del precio, como se indica con el gráfico 1, en el que se compara con el precio producto convencional.

3. Los productores recibieron créditos a través de anticipos en dinero efecto sin intereses, también la empresa pagó la asesoría técnica.

4. Las exigencias de calidad y los controles exigidos para el producto orgánico correspondiente a los mismos parámetros que para el producto convencional, presentación, color, deformaciones, golpe de sol, daño de insectos, deshidratación, etc.

5. La relación de la certificación, la empresa deshidratadora pagó el costo de certificación de los predios de los productos, además de su propio costo de certificación por el proceso industrial. La empresa igualmente asumió los costos de los análisis biológicos y de residuos de pesticidas exigidos por el importador.

6. El contrato también establecía que la asistencia técnica sería otorgada por un especialista en producción orgánica, quien entregó un diseño del espacio productivo para cada uno de los campesinos. Los diseños incluían cultivos intercalados que al mismo tiempo tenían la función de separar las parcelas de los vecinos y de incorporar cortinas, plantas trampas y plantas de sombra. Las especies incorporadas, en el mismo surco de plantación de hileras exclusivas, fueron maíz, girasol y sorgo dependiendo de la ubicación del terreno, su pendiente y exposición. En los bordes, caminos canales de regadío y otros espacios se fomentó la existencia de plantas voluntarias

FUENTE
http://www.clades.cl/revistas/10/rev10agr3.htm

AMÉRICA LATINA ¿Oportunidad para la agricultura familiar?

Por Daniela Estrada*

SANTIAGO, abr (IPS) - El alza internacional de los precios de los alimentos puede abrir un camino de desarrollo para la agricultura familiar campesina si los países le suministran apoyos efectivos, en el marco de políticas de largo plazo, plantean diversos actores.

El encarecimiento de los productos agrícolas, que comenzó en 2002, se explica por diversos factores. En una primera etapa, por la demanda de países con gran cantidad de pobres que empezaron a alimentarse mejor, como China e India, y la revisión de las proyecciones de consumo de maíz para producir etanol en Estados Unidos.

En 2005 y 2006 influyeron las sequías, inundaciones y heladas, y hoy estamos frente a un movimiento especulativo derivado de la caída del dólar, cuyo término es difícil de prever, aseguró a IPS José Graziano da Silva, director regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Para Martine Dirven, jefa de la Unidad de Desarrollo Agrícola de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se proyectan valores relativamente altos durante los próximos 15 a 20 años.

Aunque no hay una definición única de agricultura familiar campesina, explicó Dirven a IPS, se le asocian tres características: trabajo familiar, ausencia de empleados permanentes y logro de ingresos suficientes para su reproducción. Lo "campesino" se relaciona con un "modo de vida, que incluye valores especiales respecto a la tierra", acotó..

Según la Cepal, 80 por ciento del total de las explotaciones agropecuarias de la región estarían en manos de agricultores familiares.

Si bien desde de 1990 hubo una reducción de la pobreza e indigencia rural, la mayoría de los agricultores por cuenta propia han registrado un descenso de ingresos, drástico en algunos países, con excepción de Chile, Paraguay y Colombia, afirma Dirven en una publicación de 2007.

¿Puede la actual coyuntura de carestía de alimentos convertirse en una oportunidad para la agricultura familiar campesina? Dirven y Da Silva consideran que un obstáculo mayor es que las ganancias no se reparten de igual forma entre los distintos componentes de la cadena productiva.

"El sector intermediario no agrícola es el que más ha ganado, sobre todo los mayoristas", aseguró Da Silva. En aquellos casos en que efectivamente haya un impacto positivo en los ingresos de los pequeños, apunta Dirven, "también hay un impacto en los gastos, por lo que su situación no mejora en sí".

Una de las tendencias con consecuencias negativas sobre la pequeña agricultura es la "concentración cada vez mayor de los agentes en la transformación y comercialización de los productos agrícolas (sobre todo agroindustrias y supermercados)", indica Dirven en su estudio. En este escenario, los productores asociados aparecen con mejores oportunidades.

Según Da Silva, para aprovechar el actual momento los países deberían "tener una política de incentivo a la producción de alimentos, sobre todo de los más pequeños".

A su juicio, hay tres herramientas claves para ello: créditos blandos, compras de alimentos para garantizar mercados y generar "stock mínimos" y adquisición directa a los agricultores familiares para distribuir a los más pobres. Dirven también plantea la posibilidad de entregar un subsidio a la agroindustria para que se abastezca de la agricultura familiar campesina.

En Brasil existe un Programa de Adquisición de Alimentos producidos por agricultores familiares, que asegura acceso de las familias pobres a la alimentación, merienda escolar y abastecimiento de hospitales, creando un mercado sólido para el sector. Esto es muy significativo en la pobre zona Nordeste del país.


FUENTE:
http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=88070

La Experiencia en la Cuenca del Río Mashcón

El Perú es un país de grandes contrastes geográficos, ecológicos, sociales y culturales. La cordillera andina lo divide de norte a sur, creando espacios geográficos tan diversos como distintos y que reproducen más del 80% de los climas del mundo.

Las erradas políticas agrícolas han contribuido al deterioro de sus ecosistemas, al estancamiento de la producción alimentaria y a la migración creciente hacia las ciudades.

El Departamento de Cajamarca es un ejemplo de esta situación. Situado en la sierra norte del Perú entre los 2,000 y 4,000 metros sobre el nivel del mar, posee una población cercana al millón de habitantes. De éstos, la que vive en las áreas rurales (78% del total) es la más numerosa del país y una de las más pobres.

La mayoría de los campesinos viven y producen en las laderas de los valles, en parcelas muy pequeñas, con suelos en pendiente muy erosionados y sin vegetación protectora. Sus cultivos no les alcanzan para vivir y alimentarse bien, teniendo que salir fuera de la región para buscar trabajo.

Cajamarca es por ello también, el departamento de mayor migración campesina hacia otras regiones, como los valles de la costa o la selva amazónica. En los últimos años, la mayor cantidad de migrantes se han ubicado en las áreas de producción de coca en la selva, cayendo involuntariamente en las redes del narcotráfico. Una ciudad como Nuevo Cajamarca, por ejemplo, situada en la región amazónica, creció a un promedio de 15% anual en la última década.

En este período, se crearon en Cajamarca distintas Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (ONG) como alternativas privadas orientadas a enfrentar los problemas descritos. El Equipo de Desarrollo Agropecuario de Cajamarca (EDAC), filial regional del Centro de Investigación, Educación y Desarrollo (CIED), es una de las más representativas.

En este artículo queremos mostrar los resultados de diez años de trabajo del EDAC en un pequeño espacio rural en Cajamarca: la Cuenca del Río Mashcón. La cuenca es un espacio físico e hidrográfico en el cual concurren distintos factores: ecológicos, sociales, económicos, culturales y climáticos, siendo las áreas donde se concentran la mayor parte de la producción alimentaria y de la población rural peruana.

Esta experiencia, iniciada en 1983, ha permitido que EDAC y otras ONG locales extraigan las principales conclusiones para proyectarse hacia otros valles y provincias de la región, extendiendo sus beneficios e impactos.


FUENTE
http://www.clades.cl/revistas/7/rev7agr3.htm

lunes, 23 de agosto de 2010

EL MUNDO SEGUN MONSANTO

Entrevista a MARIE MONIQUE ROBIN
Autora del libro y del documental


lunes, 16 de agosto de 2010

Glocalidad y reforma agraria:

Resumen

“ Reforma agraria” fue una expresión mágica en el mundo del desarrollo rural latinoamericano durante décadas. En los últimos veite años, sin embargo, se la ha considerado como un tema inviable en los escenarios de la globalización.
El objeto del arículo es, no tanto proponer un balance exhaustivo de lo que supuso la era reformista, como señalar sus “luces” (su contribución a la modernización de las estructuras agrarias) y sus “sombras” (la situación en que quedó un porcentaje significativo de la población campesina).
Más allá de las interpretaciones convencionales, se pone énfasis en la importancia de analizar algunos de los efectos nunca previstos –sobre todo en el ámbito de la redefinición de los actores sociales– y traer a colación qué de retórico y qué de razonable hay en el argumento del obsoletismo de este tipo de medidas redistributivas más en un horizonte en que instituciones como el Banco Mundial están empezando a revisar la propia noción de reforma agraria como estrategia plausible de cara al futuro inmediato.

Fuente

http://www.flacso.org.ec/docs/i24breton.pdf

EL FUTURO DE LA COMIDA

El futuro de la comida es un documental estadounidense de 2004 que hace una investigación en profundidad sobre productos alimenticios patentados y sin etiquetar alterados genéticamente que han ido entrando silenciosamente en las tiendas de comestibles estadounidenses desde la década pasada.

FRAGMENTO


LA IMPORTANCIA ESTRATEGICA DE LA SOJA EN EL MERCOSUR

La agricultura en el Mercosur

Podemos realizar una revisión en de la historia reciente de la agricultura en Brasil y Argentina ya que son los de mayor peso económico dentro del Mercosur, y de diferencias considerable.
La agricultura brasileña no fue realizada por la politica industrial. A partir de la finalización de la década del 60 la politica agricola brasilera se comprometio con la modernización del sector con la transformacion agroindustrial y con la prograsiva internalización.La agricultura nunca fue un obstaculo para la industrialización.
Argentina en cambio estructuro su economia y su espacio territorial en torno a la produccion en la región pampeana, durante toda su hidtoria fue construyendo una fisonomia de pais agropucuario.

Brasil y Argentina son los mayores productores de soja de America Latina correspondiendole en conjunto mas del 90% del toal regional, ademas ocupan el segundo y tercer lugar nivel mundial dspues de los EE UU.

El afianzamiento de las relaciones comerciales entre Argentina y Brasil puesto en evidencia por la cuantia de las exportaciones argetinas destinadas a Brasil como asi tambien por la relevancia de las importaciones que proceden de este pais se va demostrado por el aumento de relaciones comerciales dentro del propio Mercosur en comparacion con la que cada uno de los mienbros tuvo tuvo con otras regiones del mundo. En este escenario un producto como la soja cobra importancia estrategica debido a que Brasil no es un importante destino de las exportaciones Argentinas de soja y sus derivados, ni tampoco Argentina un espacio codiciado por este rubro para Brasil y frente a esto una desición inteligente de la politica regional puede consistir en una alianza de los dos paises mas grande del Mercosur son la finalidad de obtener mejores condiciones en al mercado comprador.
Pero la soja sólo puede resultar estrategica si se consolidan los intereses regionales contemplando las caracteristicas ambientales y sociales ademas de las politico-economicas para conformar un territorio autónomo con entidad y fuerza propia frente a otros proyectos que intentan ser sumamente hegemonicos.
Argentina y Brasil necesitan innovaviones que le permitan la sustentabilidad ecologica, economica y social,nacesita de todos los recursos que crren ventajas comparativas dinamicas en cada lugar del territorio.

La expansión de la soja en Argentina y probablemente en Brasil es consecuencia de la demanda externa y la soja de adapta a cualquier territorio, dewsplasando cultivos tradicionales , destruyendo las economias regionales.


Fuente: Analia S. Conte.

AGRICULTURA

En Estados Unidos encontramos la agricultura organizada en distintos cinturones

· Cinturón lechero (Dairy Belt) Desde el estuario del San Lorenzo a la región de los Grandes Lagos, constituye el área con un sistema de explotación tradicionalmente más intensivo. Con clima húmedo y temperaturas estivales bajas, y teniendo en cuenta que aquí se localizan los principales mercados urbanos de ambos países, se ha desarrollado una especialización ganadera orientada a la producción de lácteos y derivados, con un policultivo de cereales, pienso, forrajeras y pasto. La presión de la demanda ha permitido el mantenimiento de cinturones hortícolas periurbanos muy intensivos.
· Cinturón maicero (Corn Belt) Hacia el sur del cinturón lechero donde, manteniendo una humedad estival suficiente, aumenta la integral térmica y la insolación anual. Se extiende desde Iowa y Missouri a Ohio en el Medio Oeste. Las favorables condiciones climáticas unidas a los buenos suelos permiten obtener elevados rendimientos y unos niveles de renta agraria muy elevada en ambos países. Se emplea generalmente para la elaboración de piensos destinados a una cabaña bovina y porcina para producción de carne.
· Cinturón triguero (Wheat Belt) Desde Alberta hasta Kansas, Oklahoma y el norte de Texas se extiende en áreas más secas y temperatura más contrastada que impusieron tradicionalmente una explotación de carácter extensivo y largo barbecho, intensamente mecanizadas (Dry Farming). Al monocultivo sobre extensas superficies le ha ido sustituyendo una progresiva diversificación de los paisajes agrícolas, tanto por la rotación del trigo con el girasol como por la extensión del regadío mediante perforación que le ha permitido introducir cultivos como la remolacha.
· Cinturón algodonero (Cotton Belt) Afincado en los estados del Viejo Sur, desde Texas y Louisiana hasta Carolina del Norte en el que, junto al vestigio de las antiguas plantaciones esclavistas de algodón y tabaco, se sumaba la existencia de áreas hortofrutícolas junto a la costa atlántica. Es el que ha sufrido mayores transformaciones en los últimos decenios: retroceso del algodón, cambio por cultivos subtropicales como cítricos y caña de azúcar.
· Mitad occidental del territorio. Zona de pastos Casi la mitad occidental del territorio constituye la última unidad homogénea dominada por pastos extensivos sobre tierras bastante áridas que sirven de soporte a una cabaña ganadera bovina y ovina destinada a la producción de carne. El terrazgo agrícola se reduce a pequeñas franjas regadas junto a ríos y manantiales.Las mejoras tecnológicas y un volumen elevado de inversiones públicas y privadas han permitido su expansión constante, que alcanza su máximo desarrollo en el Gran Valle de California, principal área hortofrutícola y vitícola del país, en donde el clima cálido, los bajos costes salariales y las reducidas tarifas del transporte han permitido el desarrollo de grandes explotaciones intensivas que sitúan a este estado en la cabeza de la renta agraria total.


Fuente: Mendez Ricardo-Molinero Fernando

domingo, 15 de agosto de 2010

Fuga de Cerebros Argentinos

Fuga de Cerebros Argentinos:
Causas y Consecuencias de un fenómeno que continúa

Diana V, Suárez

INTRODUCCION
¿Qué le pasa a un país que importa máquinas e insumos y exporta científicos,
profesionales, técnicos y estudiantes? Lamentablemente, la realidad Argentina
muestra importantes indicios de que en el corto-mediano plazo encontrará la respuesta.
Durante las últimas 4 décadas, la Argentina ha desarrollado un patrón de
crecimiento escasamente intensivo en recursos humanos calificados y en conocimiento, lo que condujo a que, desde la demanda, los científicos y profesionales formados no encontraran (ni encuentren) lugar en donde desarrollar las capacidades y competencias adquiridas. Por esto a menudo se afirma que la Argentina ha formado a profesionales y científicos de primer nivel para luego exportarlos. Le hemos demostrado a todo el planeta tierra que es posible tener uno de los mejores equipos de fútbol del mundo y al mismo una economía caracterizada por poseer una de las peores performances del mundo durante los últimos 30 años. Se venden deportistas por sumas exorbitantes y a la vez se permite que nuestra mano de obra calificada emigre por falta de oportunidades.
La evidencia empírica ha probado que el avance tecnológico es un factor clave
para el crecimiento y desarrollo, que los países que más se han desarrollado en las últimas décadas son aquellos que han generado mayores competencias tecnológicas. En este sentido, tradicionalmente se ha afirmado que son los países desarrollados los que generan y exportan las nuevas tecnologías a los países en desarrollo. Por lo tanto, tecnología se difunde en forma de bienes que la poseen incorporada y que se demandan y ofertan en el mercado. Por lo tanto, las fuerzas de la oferta y la demanda conducen todo al punto de equilibrio, un equilibrio que asegura el funcionamiento “óptimo de la economía”.
Ahora bien, esta afirmación es errónea en dos sentidos.
Ya desde los años sesenta, diversos trabajos han demostrado que la
incorporación de tecnología no es una actividad pasiva sino que dadas las diferencias en la dotación de recursos, el tipo y calidad de los insumos
y en los gustos locales, toda nueva tecnología requiere de adaptaciones “idiosincráticas” para su operación en el medio local
(TEITEL, 1990). Existen marcadas diferencias entre los sistemas productivos
para los que la tecnología ha sido diseñada: escala, gustos y preferencias de la demanda, legislaciones y características regionales específicas. Por lo tanto, cuando una nueva tecnología, ya sea incorporada o desincorporada, se inserta al sistema productivo de otra región comienzan a aparecer contradicciones y desajustes entre capacidad productiva y producción real. Esto, en última
instancia, se transforma en un desincentivo a la inversión, retroalimentando negativamente el circuito de la mejora continua y la innovación.
En segundo lugar, existen problemas derivados tanto de la elección y acceso
a la tecnología, como aquellos generados por distintas trayectorias de
aprendizaje y requerimientos de capacidades específicas (ENOS Y PARK, 1988). Por consiguiente, aún para “comprar” tecnología a los países desarrollados es necesario contar con recursos humanos calificados capaces de seleccionarla y adaptarla y, a su vez, de desarrollar y sostener un sistema productivo capaz de generar los recursos necesarios para adquirirla.
Ahora bien, por un lado no toda la tecnología está disponible, existen,
por ejemplo,secretos comerciales y estrictas leyes de propiedad
(tanto física como intelectual), por el otro, la tecnología no es
adoptada instantáneamente sino que suele pasar un período considerable entre su generación y su difusión. Esto deja a los países “importadores” de tecnología siempre un paso atrás en la carrera por el avance tecnológico y, junto con ello, en el sendero del desarrollo y la competitividad. Nuevamente, la necesidad de contar con recursos humanos capaces de generar nuevas tecnologías se vuelve imperiosa.
Nuestro país cuenta con empresas que operan cerca de la frontera tecnológica
internacional y que buscan insertarse en los nuevos mercados abiertos por las tecnologías de comunicación e información, la biotecnología o la búsqueda de nuevos combustibles.
Estas empresas usualmente contratan en el exterior el desarrollo de nuevos productos o procesos o directamente los importan. Paradójicamente, la gran mayoría de los recursos humanos que emigran afirman no tener posibilidades de desarrollo en la región. Por otro lado, existen empresas de menor porte que las anteriores pero no menos pujantes que podrían verse ampliamente beneficiadas por los desarrollos de nuestra ciencia. Sin embargo, usualmente afirman que en la Argentina la ciencia no puede brindarles nada.
La Argentina cuenta con universidades y centros de formación de una
excelencia académica comparable con la de los países desarrollados,
sin embargo, no basta con su existencia, también es necesario que los
científicos y profesionales que allí se forman se queden en el país, y para quedarse deben saber que cuentan con posibilidades de crecimiento. Cuando esto no ocurre, cuando una vez graduados los científicos y profesionales abandonan el país, se está en presencia del fenómeno conocido como “fuga de cerebros” (brain drain). Y es justamente lo que viene sucediendo en la Argentina desde hace más de cuatro décadas.
Quizá no haya una respuesta insesgada a la pregunta inicial pero sea cual
sea la respuesta exacta, la misma no será de ninguna manera positiva.
Un país que no posee recursos humanos capaces de adoptar y/o generar tecnología difícilmente se desarrolle.
Tampoco puede aspirar a ser un “buen segundo”, puesto que la brecha tecnológica tiende a ensancharse tras cada nuevo avance.
El objetivo del presente trabajo es analizar el fenómeno de la fuga de
cerebros en la Argentina en el marco de un contexto mundial de competencia creciente, en donde el crecimiento y la generación de ventajas competitivas sostenibles dependen de la calidad de los recursos humanos y el desarrollo de competencias tecnológicas. En la primera parte se analizarán las características de la fuga de cerebro en la Argentina en tanto fenómeno real, en un primer intento de cuantificación de las pérdidas e identificación de las causas. En la segunda parte se trata la relación entre la fuga de cerebros, el perfil de especialización productiva, los procesos innovativos y su impacto en el presente y en el futuro. Finalmente, en la tercera sección se presentan las conclusiones.

MIGRACIONES